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Un viaje por la historia y la naturaleza de Pontedeume

La Ruta a la Ermita de San Miguel de Breamo te invita a realizar un recorrido de 3 kilómetros que conecta el Torreón de los Andrade con uno de los lugares más emblemáticos de la Comarca del Eume: la capilla de San Miguel de Breamo.

Este sendero, fácil de recorrer y completamente señalizado, es el perfecto preámbulo para una experiencia de conexión con la naturaleza y la cultura gallega, un viaje único que puedes realizar en cualquier estación del año.

A lo largo de esta ruta, serás testigo de la diversidad arquitectónica y cultural de Pontedeume. Pasearás junto a casas modernistas e indianas, que reflejan la historia de la emigración gallega, y descubrirás hórreos, cruceros y miradores, elementos de la rica tradición local. Las vistas panorámicas que ofrece la ruta son sencillamente impresionantes: desde el centro de Pontedeume hasta la ría de Ares y el río Eume, podrás contemplar paisajes que cambian con las estaciones, lo que convierte cada caminata en una experiencia única.

Una experiencia auténtica para todos los sentidos

La ruta tiene un desnivel de 417 metros, lo que la convierte en un recorrido moderado que se adapta bien a todos aquellos que deseen disfrutar de la naturaleza sin exigirse demasiado.

El trazado es lineal, lo que permite regresar al punto de inicio de forma sencilla. Durante tu trayecto, podrás apreciar la calma del entorno, el aire fresco de la montaña y el sonido suave de la naturaleza, que te invitarán a desconectar de la rutina diaria y disfrutar de un espacio sin aglomeraciones, donde la sostenibilidad es la protagonista.

Cada año, la ruta cobra vida con la Romería de San Miguel de Breamo, cuando los locales se acercan “peregrinando” a la capilla, lo que aporta un toque especial y una conexión emocional con la tradición de la zona.

Descubre la magia de un entorno único

Ya sea por su belleza natural o por el valor cultural de los recursos que encuentras a lo largo del recorrido, la Ruta a la Ermita de San Miguel de Breamo es una de esas experiencias que invitan a recorrer una y otra vez. En cada estación, el paisaje ofrece algo nuevo: el verdor vibrante de la primavera, los tonos cálidos del otoño, las vistas despejadas del verano o la tranquilidad del invierno, lo que hace de este viaje una experiencia inigualable.