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Historia, arte y espiritualidad

En el casco histórico de Pontedeume, se alza la Capilla de las Virtudes, un rincón de paz que ha sido testigo del paso de los siglos.

Conocida también como Nuestra Señora del Soto, su origen se remonta a 1378, cuando fue construida por Nuno Freire de Andrade. Aunque de su estructura inicial solo se conservan un sillar con el escudo de los Andrade y el tímpano de la puerta con la imagen de la Virgen, la capilla ha evolucionado con el tiempo, pasando por importantes remodelaciones entre 1672 y 1680, y la incorporación de su campanario en 1817. La cúpula y la media naranja, añadidas en 1858 por el arquitecto Faustino Domínguez, completan su silueta actual.

Un tesoro del barroco gallego

El interior de la capilla es un deleite para los amantes del arte sacro.

Su retablo mayor, de estilo barroco, destaca por sus columnas salomónicas y delicadas reliquias. Atribuido al maestro Alonso González y pintado después de 1718, esta pieza aporta una majestuosidad única al templo, convirtiéndolo en un imprescindible para quienes buscan descubrir la riqueza patrimonial de la comarca del Eume.

Si encuentras la capilla cerrada, no te preocupes: puedes descubrir su interior de una manera singular. Insertando 0,50€ en la caja de la verja de entrada, se ilumina el interior del templo, permitiéndote apreciar la belleza del retablo y su atmósfera espiritual.